Boletin del Monitor de Geoingeniería para julio de 2025
Este año se darán grandes pasos hacia la inclusión de varias tecnologías de eliminación de dióxido de carbono (CDR) en el mecanismo de comercio de carbono del Acuerdo de París, que se considera un pilar fundamental de los esfuerzos mundiales para mitigar el cambio climático.
El uso de los mercados de carbono para mitigar las emisiones ocupará un lugar destacado en las próximas negociaciones climáticas de las Naciones Unidas en la ciudad amazónica de Belém (COP 30), que en un principio fue bautizada como la “COP de los bosques” por sus organizadores. Como indicio de la dirección que tomarán estas negociaciones, el Gobierno brasileño se refiere ahora a ella como la “COP de la bioeconomía”.
Las negociaciones de la ONU reflejan un cambio global hacia la priorización de las “eliminaciones de carbono” basadas en el mercado en lugar de las reducciones absolutas de las emisiones. Hay dos razones para ello: proporcionar un mayor margen para compensar las emisiones de los grandes contaminadores (y compensar la falta de voluntad política de los gobiernos para llevar a cabo reducciones reales de las emisiones) y normalizar la idea de que el presupuesto climático mundial se superará inevitablemente en un margen considerable.
Durante las recientes negociaciones sobre el clima de junio celebradas en Bonn, Alemania, los miembros de la Alianza Hands Off Mother Earth (HOME) instaron a los gobiernos a rechazar los riesgosos arreglos tecnológicos de la geoingeniería, como las tecnologías de Eliminación de dióxido de carbono (CDR, por sus siglas en inglés). Destacaron en particular los riesgos que esto supone para África y otras regiones del Sur Global, que asumirán la carga de acoger proyectos de “eliminación de carbono” diseñados principalmente para compensar las emisiones del Norte.
En la actualidad, hay dos técnicas de geoingeniería terrestres que dominan los mercados voluntarios de carbono CDR: la Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (o BECCS) lidera en términos de “acuerdos firmados”, y el biocarbón en términos de “eliminaciones realizadas”. Ambas dependen en gran medida de la quema de biomasa, ya sea en forma de madera o de cultivos como el maíz y la soja. Ambas corren el grave riesgo de eliminar el carbono de sumideros terrestres, como los bosques y los suelos, en lugar de la atmósfera. Al mismo tiempo, corren el riesgo de provocar conflictos con las comunidades por el acceso a la tierra.
Lea nuestros últimos informes de actualización sobre tecnologías de geoingeniería:
- Las ventas de créditos de carbono BECCS alcanzan niveles récord a pesar de las crecientes preocupaciones medioambientales y económicas
- Los mercados de carbono impulsan el auge del biocarbón a pesar de sus cuestionables afirmaciones climáticas
Recientemente, hemos analizado en profundidad estas dos tecnologías de geoingeniería basadas en la CDR dominantes y, en concreto, la forma en que están siendo impulsadas por la venta de créditos de carbono. Nuestros informes de actualización sobre estas tecnologías destacan todos los avances recientes importantes y analizan las afirmaciones de los promotores de los proyectos. También hemos publicado dos artículos de opinión que acompañan a estos informes y que ponen de relieve algunos proyectos emblemáticos desde la perspectiva de las y los activistas que están al frente de los esfuerzos por desvelarlos y denunciarlos.
Lea nuestros últimos artículos de opinión:
- El proyecto BECCS de Stockholm Exergi bajo escrutinio: ¿solución climática o apuesta costosa?
- La victoria popular contra el plan de exportación de pellets de madera de California pone de manifiesto la insensatez de quemar biomasa para capturar carbono (solo en inglés por el momento)
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